2014-06-14

Y hablando de GPT

Pues bien, tenia tiempo queriendo dejar una partición sola en mi disco duro externo y por fin tuve oportunidad de respaldar tantos datos en otro equipo y darme a la tarea.
Puro no, el coco no [maldita canción, mis vecinos tienen fiesta y se escucha eso en el patio]; este carajo tenía que probar la tabla de particiones de GPT que les comentaba en la publicación anterior, así que me di a la tarea de abrir el GParted y crear una nueva tabla de particiones ahora en dichoso formato para continuar dejando una sola partición de tipo ext4.
Todo iba bien, incluso liberé unos 60 GB de mi portátil respaldando (moviendo) al disco duro externo. Ahí me topé con la triste realidad de no anticipar las cosas en su debido momento... la computadora donde respaldé más de 400 GB tiene el bicho 8.
Entonces me dispuse a buscar un programa que pudiera instalar en windows 8 y que me permitiera leer/escribir en particiones GNU/Linux.
¡Grave error!
Esta entrada se la debo a Paragon y su programa para leer y escribir en particiones Linux "Paragon EXTfs", con la cual conseguí joder todos mis datos y por más que intenté recuperar la partición con GDisk, TestDisk, ActiveUndelete y creo hasta fsck.ext4.
Total que terminé ejecutando PhotoRec para ver cuales películas y fotografías podía rescatar. La música y demás no me importaba pero igual la recuperé pero... al fin de cuentas terminé eliminando todo lo recuperado salvo las fotos, un par de subtítulos y creo unos cuantos videos (la mayor parte de lo que borré lo puedo volver a conseguir).
Ahora mismo rehice el sistema de particiones, mi partición ext4 y puse a respaldar de vuelta los más de 400 GB de una manera que no sé por qué diantres no se me ocurrió antes de joder todo con lectores de particiones ext4 en el bicho: inicié la computadora del respaldo con mi siempre lista USB del pingüino (y es en serio, tiene forma de pingüino y un Ubuntu 14.04 LTS con 1 GB de persistencia), monté o más bien, dejé que Ubuntu montara el disco duro externo y la partición de datos del tipo NTFS con mi respaldo y ahora sí, a esperar a que termine la copia.
La moraleja de esta historia es que no siempre es bueno hacer pruebas con tu disco duro externo ya con datos MOVIDOS desde un respaldo, lectores chafas y mal soportados que prometen leer y escribir en particiones ext4 desde el bicho y además, inventarse procesos estúpidos para realizar tareas cuya movida se debió haber hecho de la mejor y manera más correcta que ya sabía: haber sacado mi pingüino desde el principio y así haber evitado problemas innecesarios dejando las broncas a sistemas que simplemente son incapaces de realizar la chamba.
P.D. Quizá más de uno se pregunte por qué moraleja si no conté ninguna fábula. Sin embargo sí hubo animales involucrados en la historia... y su servilleta fue uno (¡también los maricas de Paragon!).

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